Seguir adelante, a pesar de los errores.

He fallado muchas oportunidades, he cometido miles de errores, he dicho cosas que no debía decir, y no he tratado a las personas como a mí me trataban. He llorado por quien no debía y he reído con falsas amistades. He caído dos veces con la misma piedra y cuando pensé que no lo haría más, me empujaron y caí estampada con la tercera. He callado muchos te quieros, y los he regalado, simplemente por cumplir. He dicho cosas que no sentía, sólo por hacer daño. Ha habido días en los que me desperté con ganas de comerme el mundo y otros en los que el mundo me comía a mí, también días en los que me sentía preciosa y días en los que no podía ni mirarme al espejo. He pasado por fases, he sido una niñata inmadura y he madurado a base de palos. He creído en lo imposible hasta que el destino me bajó de las nuves y me mostró la cruel realidad. He gritado cosas con tanta fuerza que mi voz nunca salía y me he perdido buenos momentos simplemente por tontería. El tiempo ha sabido mostrarme la verdad, pues he abierto los ojos y me di cuenta de que abracé a personas que no se merecían ni el roce de mi piel. Pero gracias a esto, he aprendido que el secreto de la vida está en seguir adelante, que las personas más perfectas, son las que cometen errores.